No escapemos de nada
reposemos un minuto
en el otro
Observemos hasta qué punto
su fragilidad
es también la nuestra
Elevemos la vista
para descubrir el hilo
del que todos pendemos.
Imagen tomada de Unsplash
No escapemos de nada
reposemos un minuto
en el otro
Observemos hasta qué punto
su fragilidad
es también la nuestra
Elevemos la vista
para descubrir el hilo
del que todos pendemos.
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Así es en el lugar del otro descubrimos tambien su fragilidad. Bello
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Y la nuestra 🙂 Saludos!
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Vivimos aupados en ese péndulo frágil que es la vida, sin mirar abajo y apoyándonos en el amor de aquel, aquella o aquello que tenemos al lado. Fragilidad desde que inicias el recorrido por ese hilo vital. Un abrazo.
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Gracias por el bello comentario, saludos!
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Empatía…
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