Es un error pensar que la locura se quedará sentada en un rincón: su propia naturaleza la impulsa a expandirse. Para lograr esto, no necesita reclamar todo de una vez, no tiene que expresar abiertamente su vocación de dominio. Basta con que exija una pequeña porción que no le corresponda. La cordura, que detesta entrar en conflicto por nimiedades, preferirá ceder ese espacio.
Ahora bien, tanto como odia el conflicto, la cordura ama la coherencia. Entonces, una vez admitida la primera excepción, tendrá que reordenar el conjunto, porque la locura se habrá apoderado de una parte que no le pertenecía y eso obligará a crear un esquema de ajustes y compensaciones que vuelva a establecer el equilibrio perdido. Este esfuerzo de reordenación acabará produciendo un completo sistema de la locura.
Así pues, la locura tan sólo realiza un pequeño gesto inicial y luego deja que la cordura haga el resto del trabajo. Aprovecha para esto la principal debilidad de su adversaria: la sensación de omnipotencia. La pobre cordura no deja de creer que puede acomodar las cosas y la fuerza de su empuje arrastra todo al dominio de la locura.
Imagen tomada de Unsplash

Me ha parecido una explicación maravillosa de los tiempos que corren en los que parece que todo el mundo se ha vuelto loco. Es la cordura, intentando poner los libros en las estanterías, las zapatillas en el armario y las fotos de vuelta al álbum en orden cronológico.
Suma a eso que nos cuesta horrores reconocer que nos hemos equivocado… Un cóctel peligroso, ¿verdad?
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Gracias por tu lectura y por tu aporte. Estoy de acuerdo contigo en que se trata de un cóctel peligroso, ¡Saludos!
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Excelente reflexión, totalmente de acuerdo.
Estamos aprendiendo a la carrera, no queda más remedio, lo tenemos en vivo y en directo.
La locura tomó el control, y la cordura intenta poner orden librando una batalla que tiene perdida… en el mundo de la locura.
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Gracias por tu comentario, estoy de acuerdo con tu conclusión. ¡Saludos!
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👍
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Leyendo tu escrito se me vienen a la cabeza dos clases de locura, la de don Quijote y la de Donald Trump y similares en la penosa escena mundial. La primera más parece cordura en medio de un mundo tan loco como aquel de los duques y sus inventos y bromas; la segunda me parece la encarnación del mal, sin límites éticos ni empatía, cruel, prepotente y cínica. Las otras locuras, como las de leer o escribir, para otra ocasión.
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Gracias Julio por tu comentario y reflexión, realmente hay muchas formas de la locura, algunas inocentes y otras no tanto. ¡Saludos!
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Muy buena reflexión , en este mundo convulso hasta la locura parece querer reorganizarse. Un abrazo
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Gracias Nuria por tu comentario, me alegra que te haya gustado
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Como todo en nuestro ahora, en exceso es perjudicial. Las grandes hazañas de la humanidad, creo que se han gestado con las dosis precisas entre locura y cordura, gracias por la reflexión.
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Gracias a vos por el comentario y la lectura, ¡saludos!
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Esta entrada me ha parecido genial! La compartiré en mi Facebook. Y si me lo permites, bajo tu autoría, por supuesto, lo llevaré a mi blog https://cupoleno.com/.
Buen día martes y buena semana.
Saludos
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Gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado y obviamente puedes compartirlo. ¡Saludos!
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Muy interesante y aplicable a estos tiempos locos, nunca mejor dicho, que nos marean día si y dia también. La cordura tiene mucho trabajo por delante. Saludos!
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Gracias Francisco!!
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