Patas y orejas


Cuando observo un perro, puedo fijar mi atención en las orejas, en las patas, en el color de su pelaje, en el hocico, en su manera de caminar. Ahora bien, en nada de esto se evidencia el “ser perro” del perro. ¿Cómo se presta atención al “ser perro”, al carácter de perro que determina a este ser que estoy mirando?

     Es cierto que, así como digo “veo las orejas puntiagudas de este perro”, puedo decir también “veo que es un perro”. Sin embargo, ¿dónde veo semejante cosa? Es obvio que veo las orejas precisamente en las orejas y que veo el perro en el perro, pero no sé dónde veo el “ser orejas” ni el “ser perro”.

     Si pusieran un perro frente a mí y me preguntaran de qué se trata, diría que se trata de un perro. ¿Qué miraría para saber esto? Las orejas, el hocico, las patas, el pelaje. Mi vista se fijaría en estos rasgos y otros tantos. En algún momento, como por arte de magia, mi voz diría “es un perro”.



Imagen tomada de Unsplash



Publicado por Tercer Cajón - Franco Puricelli

Versos, historias y reflexiones. Te invito a visitar mi blog "Tercer Cajón".

8 comentarios sobre “Patas y orejas

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