La ciudad tiene esa cosa mágica.
Las bolsas de plástico
trazando figuras en el aire
La resignación de las hojas
aplastadas por la lluvia.
No saber cuánta gente pasó
Dejarse enseñar cosas nuevas
por un recién llegado
Que la vista nunca te alcance
para abarcarlo todo.
Y de pronto un ruido cualquiera
o las luces brillantes de un cartel
alguna distracción
completando la trampa mortal
de las veredas rotas.
Gracias
Me gustaMe gusta
Precioso. Gracias por compartir!!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona