No se me ocurre. Miro la luz en el aparato. Corto rodajas de limón. Un vaso de vidrio. Hielo. Nada. Enrollo un pequeño papelito alargado. Necesito tomar algo y enrollar papeles. Un vaso y otro. Miro el techo. Estoy el suficiente tiempo como para que me den ganas de orinar. Me siento otra vez. Encaro el cuaderno y la birome. Observo semillas y cáscaras a través de un vidrio. Escucho música y voces de alguna fiesta en algún edificio. Cada tanto escribo una línea. Absolutamente nada.
Se me ocurre que la masturbación es más productiva. Me pregunto si en un mundo donde todos fueran lindos seguiría existiendo el concepto de belleza. Quizás habría que reparar en detalles. Como la piel del codo. La piel del codo podría hacer toda la diferencia.
Y sin embargo nada. Ni siquiera la creencia. Con la creencia podría uno al menos moverse. Intentar algo. Imaginar un desarrollo, un avance. Ya no estoy donde antes, porque ahora hice esto y aquello, adelanté este paso y aquel otro. Por ejemplo: te despertás un día y te dan un martillo. Te dicen que es importantísimo que martilles. O te despertás simplemente con la idea de que es importantísimo que martilles. Entonces te ponés a martillar como un loco mañana y tarde. Por el motivo que sea. Tiene sentido. O parece que tiene sentido. Es exactamente igual. El impulso corre desde el martillador a lo martillado, atraviesa el martillo con fluidez. El mundo es armonía pura.
Pero no. No te dicen nada, no sentís nada, no tenés ninguna idea. Tenés un vaso de vidrio con hielo y rodajas de limón. El mundo no existe. La fuerza se concentra en un punto, se dispersa, se atrofia. Recursividades. Nada de nada. Tratar de imaginarse una experiencia consciente de ser parido. Imaginarse permanecer consciente hasta dos minutos después de la muerte. Hacer una pausa. Dejar pasar los días.
Retomar. Preguntarse si es verdaderamente posible el intercambio. El lógico alemán Gottlob Frege escribió: “él no tiene mi dolor y yo no tengo su compasión.” Entonces, ¿de qué hablamos cuando yo le cuento mi dolor y él me transmite su compasión? Justamente de eso. O de nada.
Sacar al ser humano del medio, como solución a todos los problemas. Valorar la animalidad. Es todo lo que hay. Todos somos animales. El filósofo también es un animal, de la especie que dice que la realidad no existe con independencia del sujeto. El idealismo es el ladrido del filósofo. El sentido común es el ladrido cotidiano.
La nada misma. Incomodidad. Desgaste. Donde sea que pongas la vista, las cosas están como queriendo escapar de un envoltorio que las aprieta. Se va toda la energía en eso. La vida es un ejercicio de terquedad, una dispersión de alegrías gratuitas. Una estructura uniforme. Un conjunto cerrado de reglas. Inferencias válidas. Lo verdadero, lo bueno y lo bello. Lo que es. Dios. Nada de nada.
Que vacío, pero no es un vacío como el de Aristóteles donde no acierta a no haber nada, ni siquiera espacio, ni siquiera posición, tu vacío si tiene espacio y agua con hielos y rodajas de limón. Es un vació más lleno, sic. Tiene hormonas que te funcionan, tiene conocimientos que te retumban de repente que te permiten escribir un texto no tan vacío.
Un gusto leerte.
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Que vacío, pero no es un vacío como el de Aristóteles donde no acierta a no haber nada, ni siquiera espacio, ni siquiera posición, tu vacío si tiene espacio y agua con hielos y rodajas de limón. Es un vació más lleno, sic. Tiene hormonas que te funcionan, tiene conocimientos que te retumban de repente que te permiten escribir un texto no tan vacío.
Un gusto leerte.
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Gracias por leer y dejar este hermoso comentario, saludos!
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Sublime. Me encanta este relato. Gracias .
No sé si conoces a Gerardo Aquim
Está en Facebook. Escribe con una sabiduría y filosofía especial tbien
Te sugiero. Abrazo
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Gracias por el comentario y la sugerencia, un abrazo!
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¡Magnífico! La «Nada». a pesar del limón, del agua de los hielos. La angustia de la nada. Felicidades. Me ha encantado. Un saludo.
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Gracias!
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Está bien ese trabajo de introspección y esa parada en la nada de un mundo aturdido por el ruido, las prisas, la velocidad, el consumo. Desde el vacío también surge la creación. Felicitaciones.
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Gracias 🙂
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Siii definitivamente, el mundo es un impulso que atraviesa con fluidez 😊
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Gracias!
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Fue una broma 😊 me encanta tu forma de escribir sobre cosas tan simples pero tan fundamentales en la vida real.
Feliz fin de semana 😉
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