La ciudad es el límite máximo de cosas que se pueden meter en un espacio determinado, es la materialización involuntaria y torpe de una idea, es tener más o menos cerca lo que estamos buscando, es el peligro de que nos invadan elementos extraños, es una persona que está encerrada en su casa y tiene miedo.
La ciudad es el desprolijo fluir de los pobres, es la sucesiva ocupación y abandono de ciertos barrios por parte de los ricos, es la necesidad de transformarse todo el tiempo para permanecer en el mismo lugar.
La ciudad es un gran negocio y lo que se va gestando alrededor de él, es lo que hace posible las paredes de mármol y los techos de zinc. La ciudad es la imposibilidad de prestar atención a todas las cosas que están sucediendo, es no poder imaginarse la vida sin inquietud, es hacer una cosa mientras se sueña con otra.
Imagen tomada de Unsplash
Genial, Franco !
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, saludos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo creo que hacer una cosa y estar soñando con otra, siempre nos pasa. A menos a mí en la ciudad y fuera de la ciudad. Estupenda reflexión. Un saludo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu comentario 🙂
Me gustaMe gusta
Es hacer una cosa, mientras se sueña otra. Menos mal, que soñar lo que hago sería enloquecedor, basta con que sea verdad y a soñar fantasías. Un gusto leerte.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias!
Me gustaMe gusta
Un cáncer de asfalto que crece sin medida, dejando tras de si la miseria de la çodicia…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Excelente reflexión. Me pregunto si habrá algún tipo de ciudad que no tenga estas características negativas, una especie de ciudad que roce la utopía. ¿La habrá? ¿O cuál será la mejor alternativa a ellas? Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Buena pregunta Ana, esperemos que la haya. Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias 🙂
Me gustaMe gusta