En el capitalismo nada se repara, todo se tira y se compra de nuevo. El costo de la reparación es más alto que el del producto completo. El revés del capitalismo son las montañas de basura, el desperdicio incesante de la materia.
En el comunismo, por el contrario, todo se arregla una y mil veces. El costo de tener a una persona manipulando un artefacto durante horas y días es bajísimo. El revés del comunismo es el menosprecio del tiempo y del trabajo.
Así son las utopías que hemos sido capaces de crear: el capitalismo desperdicia el planeta, el comunismo al ser humano.
Desperdiciar el planeta comprende despreciar el ser humano. Porque a la larga éste no tendrá planeta. 😘
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¡¡Brillante entrada!! En dicha brevedad; has dicho lo que muchos piensan y no se atreven a manifestar. Hubo una entrada de editorial de Zygmunt Bauman sobre la ética del trabajo y la estética del consumo.(25/8/21); que amplia aun mas las variables sociológicas y psicológicas, a las que los poderosos recurren cotidianamente. Un cordial saludo.
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Me alegra que te haya gustado y agradezco mucho tu comentario. Un gran saludo!
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No hay porqué. Otro de vuelta.
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Muy buen razonamiento que me deja pensando, ¿cuál será mejor? uno protege el planeta para el futuro sobre las espaldas de la gente y el otro lo consume con placer siendo del futuro indiferente. Un gusto leerte.
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Algo así, bien dicho. Un abrazo!
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Interesante reflexión.
Y ahora tanto «los capitalistas» como «los comunistas», que gobiernan el mundo, y que cada vez se parecen más, nos dicen que van a salvar al planeta y a la humanidad…
¿Te lo puedes creer?
Saludos
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Realmente increíble, muy cierto. Saludos!
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