La calle está llena de pelos. Cuando los pisamos, se pegan al zapato y los trasladamos de un lugar a otro, los subimos a los taxis y colectivos. Al arrastrar los pies por la vereda, se va formando bajo el calzado una suerte de ovillo, las basuras que el viento desparrama de una baldosa a otra se pegan y se acumulan entre las hendiduras de la suela.
A cada lugar que vamos, llevamos con nosotros la bola de pelos. Después de horas y días, llega a tener un tamaño tal que casi deberíamos presentarla a los demás, como si fuera una mascota. Si tenemos suerte, se desprende del calzado y termina en el rincón de una tienda o en la vereda misma, a la espera de algún desprevenido que la adopte de un pisotón.
Si no logramos dejarla por ahí, Dios no lo permita, acaba ingresando en nuestra casa. Las bolas de pelo son seres astutos y ambiciosos. Una vez en nuestro hogar, su objetivo es convertirse en uno de nosotros, tal vez incluso desplazarnos y ocupar el lugar que nos pertenece.
Al principio, sus pretensiones son más bien humildes, se conforman con el trato que recibiría un hámster o una tortuga. En poco tiempo, logran que su punto de vista se imponga por sobre el de las visitas y los parientes lejanos. Si no las detienes a tiempo, ya verás cómo acabarán sentadas en tu propia mesa, ya verás cómo serás tú el que deba levantarse de la silla para ir a buscar en la cocina el condimento preferido de las bolas de pelo.
Imagen tomada de Unsplash
No sé si es una gran metáfora, pero me has hecho pensar en aquellas ideas que nos dan vuelta, y se nos pegan, y van creciendo, y de tanto darles vueltas, se hacen pesadas. Algunas pueden ser interesantes, otras son solo pelos.
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Interesante lectura, me ha gustado!! 🙂
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Me reflejan esas cosas, a menudo molestas y tóxicas, que se te enganchan a veces y es difícil dejarlas atrás. Gracias, saludos!
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Así es Francisco, gracias por tu comentario!
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Es así real, una descripción perfecta .
Graciela Linares
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🙂
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Tal cual como la bola.de nieve, inefable al principio, imparable al final.
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Así es 🙂
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Es inquietante desde el principio, casi apocalíptico diría. Solo que… bueno, después del final siempre hay otro principio, quién sabe, al igual la bola de pelo tiene hasta nombre. En el fondo, estamos necesitados de compañía.
Beso 🎈
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Así es, interesante lectura!
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Qué interesante, es como un pensamiento qué empiezas a dar vueltas y lo alimentas hasta que decides ser consciente de que es un producto de tu cabeza, solo un pensamiento.
En tu relato el producto son los pelos.
Muy bueno
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Gracias 🙂
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Awww me encantó 💕 Maravilloso 💫
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Gracias 🙂
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